Si estás buscando una técnica de marcaje para personalizar pocos artículos y con un diseño a muchos colores, la sublimación es la técnica que estás buscando. La personalización por sublimación es la técnica que usamos para los lanyard, tazas de cerámicas o camisetas de poliéster. Pero, no todos los regalos publicitarios admiten la personalización por sublimación. Para que esta técnica agarre el producto tiene que ser de poliéster o tener un recubrimiento especial que permita este marcaje que usa altas temperaturas.

¿Qué es la sublimación?

La sublimación es una técnica de marcaje que consiste en transferir una imagen impresa en papel a la superficie de otro objeto. Para este proceso, se utilizan tintas específicas de sublimado que al recibir calor y presión transmutan su estado de sólido a gaseoso. Cuando se enfrían, las moléculas vuelven a transformarse a estado sólido y quedan adheridas de forma permanente en la superficie del objeto.

Esta técnica suele utilizarse para la transferencia de imágenes en objetos con superficies de metal, cerámica u otros materiales a los que se haya aplicado previamente una capa base de polímero. 

¿Cual es el origen de la técnica de sublimación?

La técnica de impresión por sublimación fue descubierta en 1957 por el francés Noël de Plasse, trabajador de la compañía Lainière de Roubaix. El señor De Plasse se dio cuenta de que la tinta era capaz de pasar de estado sólido a gaseoso cuando se la sometía a temperaturas por encima de los 190° C. Este cambio de estado es denominado como sublimación y es la base de lo que se conoce como impresión por transferencia, también conocida como impresión en seco.

A finales de los años 60 la técnica de la sublimación se hizo más popular y a principios de los 70, con el desarrollo de ordenadores más avanzados, aparecieron las impresoras matriciales. Estas impresoras trabajaban utilizando unas cintas que estaban impregnadas con un tipo de partículas que eran capaces de crear transferencias en blanco y negro.

Fue entonces, cuando a mediados de los años 70, apareció el primer sistema de sublimación dirigido por ordenador y desarrollado por el científico Wes Hoekstra como parte de una aplicación para sus estudios sobre el procesado de imágenes en el Laboratorio de Propulsión a Chorro en Pasadena, en Los Ángeles (CA), A principios de los años 80, su estudio sobre la sublimación electroestática lo convirtió en el padre de la industria de la sublimación.

Al principio, esta técnica solo resultaba rentable si se producía un gran número de unidades de producto. Sin embargo, más adelante, la impresión electrostática se hizo popular y gracias a ello surgió todo un mercado de cartuchos de tinta de sublimación para todo tipo de fotocopiadores e impresoras láser. No obstante, este tipo de impresoras tenían la limitación de solo poder transferir únicamente un solo color o tan solo unos pocos en el caso de las de más alta gama. Años más tardes, con la evolución de este sector tecnológico, ese problema quedaba resuelto y podían realizarse transferencias a todo color mediante tecnología electrostática.

En los años 90 aparecían las impresoras de inyección de tinta y de la mano las nuevas tintas de sublimación compatibles con un gran número de impresoras estándar, democratizando así, la posibilidad de realizar transferencias por sublimación para cualquier usuario/a.

Actualmente, cualquiera que disponga de un ordenador, una impresora de bajo coste y una prensa térmica, tiene la posibilidad de realizar transferencias por sublimación a todo color de forma fácil.

¿Cómo se realiza la transferencia por sublimación?

El proceso de transferencia por sublimación consiste simplemente en el cambio de estado de líquido a gas de la tinta, mientras que, a su vez, por el efecto del calor se abren se adhieren las partículas en el objeto. Cuando se enfría la tinta queda fijada a la superficie del material.  Esta técnica permite que la impresión por sublimación resista la erosión producida por el agua y los rayos ultra violeta, permitiendo que el diseño tenga una mayor durabilidad y permanencia en el objeto. Su acabado resulta suave al tacto y es prácticamente imperceptible.

Artículos promocionales para sublimación

Proceso de sublimación

En primer lugar, se ha de cargar la impresora con las tintas especiales para sublimación y a continuación imprimir el diseño en papel de sublimación o papel transfer. Recuerda, que la impresión del diseño ha de realizarse invertida, es decir, como si el reflejo de un espejo se tratase.

El segundo paso será colocar el artículo a sublimar en la prensa térmica y de manera seguida se procede a presentar el diseño impreso en papel transfer o en papel de sublimación.

Seleccionamos la temperatura adecuada y procedemos a cerrar la prensa térmica y aplicamos presión de manera continuada durante el tiempo pertinente. Una vez prensado, retiramos de la prensa térmica el papel y el artículo.

Si hemos seguido los pasos correctamente, podremos admirar nuestra creación: un producto en el que habremos impreso una imagen en alta definición con colores vivos.

Elementos que intervienen en la sublimación

Tintas

Las tintas para sublimación son unas tintas especiales que utilizaremos para imprimir sobre papeles específicos para sublimación y que en el proceso de marcaje se activarán por medio del calor ejercido por la prensa térmica. Estas tintas para sublimación suelen distribuirse en dos tipos de formatos:

  • Sistemas de alimentación continua o “CISS”: Este sistema, obliga a agregar a la impresora un módulo CISS de alimentación continua que incorpora unos depósitos recargables que están vinculados a un cabezal de impresión.
  • Cartuchos sellados; Este sistema, ofrece una mayor pureza en los canales de tinta ya que cuenta con un bajo índice de problemas de obstrucción de sus cabezales.

Es importante señalar que las tintas de sublimación no se hallan en estado líquido, sino que son partículas sólidas que están suspendidas en un líquido que les permite que se desplazasen a través de los conductos de las impresoras.

Polímeros

Se trata de un compuesto químico, fabricado de moléculas de menor tamaño que se entrelazan entre sí, llamadas monómeros, Ciertos polímeros, como la celulosa, pueden encontrase en la naturaleza, pero existen otros, como el nailon, que han de sintetizarse de manera artificial.

Material base del objeto o "sustrato"

Entre los materiales o superficies con las que se trabaja de forma habitual se encuentran el papel, algunos tejidos, plásticos, metal o madera.

Cuando se aplica calor y presión, las partículas sólidas de la tinta se transforman en gas, el cual se adhieren al polímero presente y posteriormente cambian de nuevo a estado sólido. 

Las alta temperaturas utilizadas en el proceso de sublimación, dan lugar a la apertura de los poros del polímero dejando paso al gas.  

Tras retirar la fuente de calor del objeto, este procede a enfriarse y los poros se cierran, el gas se convierte en sólido y pasa a formar parte del polímero. De esta manera, las partículas de la tinta no podrán eliminarse, por lo que apenas sufrirá desgaste alguno. 

Es importante que entendamos que los fluidos almacenados en los cartuchos no son tinta, sino un líquido portador de la misma. Al aplicarse calor sobre el papel de transfer, el portador se adhiere al papel mientras que la tinta se transfiere del papel a la superficie del objeto.

Las partículas delas tintas están diseñadas para adherirse solamente a los polímeros, de manera que, en concentraciones elevadas de poliéster, se agregará más tinta al mismo, por lo que la imagen del final será más brillante. Por este motivo, resulta imposible subliminar correctamente tejidos de algodón.

De todas maneras, materiales como la cerámica, el cristal y el metal, se revisten con polímeros previamente para poder ser utilizados en el proceso de sublimación.  

¿Por qué han de ser blancos los artículos para sublimación?

El motivo por el cual la técnica de sublimación se debe realizar sobre objetos de color blanco es porque, en realidad, las tintas son transparentes cuando se subliman. Por lo que, el blanco, es por tanto el mejor fondo para que la gama de colores utilizada sea visible y además pueda apreciarse su intensidad.

Utilizando otros colores de fondo, podría entrar en disonancia con alguno de los colores utilizados o hacerlos inapreciables, sin embargo, con el blanco se realza cualquier color. Por este motivo, lo habitual es la utilización de artículos de color blanco.

Tendremos la posibilidad de sublimar sobre productos que no sean de color blanco, cuando la tinta de sublimación sea de un color más oscuro que el color de la superficie del artículo como, por ejemplo, unas letras de color negro sobre una camiseta amarilla.

A su vez, no es recomendable para fotografías, logotipos o ilustraciones multicolor, ya que muchos de los colores de esas imágenes se perderían con el contraste del color del producto.

Aplicaciones de la sublimación

La técnica de la sublimación nos permite trabajar con una gran variedad de productos siempre y cuando estos, estén preparados para tal uso, con un baño de barniz de poliéster transparente o con fondo blanco; o en el caso del textil, contengan un mínimo de un 75% de poliéster. No obstante, en el caso de que se desee marcar algún artículo que no esté preparado para la sublimación, existen barnices en spray que pueden aplicarse a los artículos y permitirnos poder realizar la sublimación sobre ellos.

Por tanto, entre algunos de los artículos para sublimación que podemos encontrar son:

  • Camisetas, prendas deportivas, gorras, etc.
  • Tazas
  • Puzzles
  • Cerámica
  • Colgantes
  • Llaveros
  • Platos

Algunos inconvenientes de la sublimación

Como ya hemos mencionado anteriormente, en caso del textil, los tejidos deben ser de poliéster en al menos 2/3 partes de su composición.

En cuanto a superficies no textiles, sólo podrán utilizarse artículos a los que se les ha aplicado una cobertura especial para sublimación de poliéster.

Los productos que se quieren utilizar para la sublimación, han de tener una superficie de color blanco o de un color claro. No se podrá sublimar correctamente sobre colores oscuros o de color negro.

Los artículos marcados mediante sublimación que se encuentren continuamente expuestos a la luz del sol, perderán el color de manera progresiva debido a la acción de los rayos UV sobre su superficie.

La calidad del acabado de las imágenes utilizadas en el proceso de sublimación se verá afectada por la resolución inicial de la imagen digital así como del tamaño de la superficie del objeto base que se utilice para el marcaje.